Hay un lugar de la casa que suele quedar fuera del radar.
No es el salón. Tampoco el dormitorio.
Es el trastero.
Ese espacio donde se guardan bicicletas, herramientas, maletas, recuerdos familiares o electrodomésticos que “algún día” volverán a usarse. Y justo por eso, cuando ocurre un robo o un daño, la sorpresa es mayúscula.
“Pensaba que estaba cubierto”.
Esa frase se repite más de lo que imaginas.
Sé que todo esto puede parecer un pequeño lío al principio, pero merece la pena entenderlo bien. Un trastero no es un simple cuarto sin valor. Para muchos hogares, concentra objetos que costaron tiempo, dinero y esfuerzo.
¿Por qué los trasteros se han vuelto tan vulnerables?
Los robos en trasteros no son una historia aislada. En muchas comunidades ocurren en cadena. Una puerta forzada. Luego otra. En pocos minutos, varios propietarios se quedan sin nada.
¿Por qué pasa?
- Suelen estar en zonas comunes con menos vigilancia
- Las puertas no siempre tienen cerraduras resistentes
- A veces se guardan objetos fáciles de revender
- Muchos ladrones saben que no todos están asegurados
Un ejemplo muy habitual: alguien guarda dos bicicletas de gama media, herramientas eléctricas y cajas con ropa de temporada. Valor total: más de 3.000 €. Tras el robo, descubre que su póliza solo cubría la vivienda, no el trastero.
Demasiado tarde.

Riesgos reales en un trastero (no solo robos)
Cuando se habla de asegurar trasteros en España, casi todo gira alrededor del robo. Es lógico. Aun así, no es el único problema posible.
Estos son los riesgos más comunes:
- Robo con fuerza: puertas dobladas, candados rotos, cerraduras arrancadas
- Hurto: alguien entra sin forzar y se lleva lo que encuentra
- Daños por agua: filtraciones desde garajes, bajantes o zonas comunes
- Incendio: cableado en mal estado, cortocircuitos cercanos
- Actos vandálicos: destrozos sin intención de llevarse nada
- Daños por negligencia: estanterías mal fijadas, objetos que caen y se rompen
Ahora la pregunta clave:
¿Estás dispuesto a asumir esos riesgos sin respaldo?
¿El seguro de hogar cubre los trasteros?
Aquí empieza la confusión.
La respuesta corta es: depende.
La respuesta útil es un poco más larga.
Cuando sí suele estar cubierto
En muchos seguros de hogar, el trastero se considera una dependencia anexa si:
- Está en el mismo edificio
- Figura en escritura o catastro
- Está claramente vinculado a la vivienda
- Permanece cerrado con llave
En ese caso, el contenido del trastero entra dentro del capital asegurado como contenido general, con ciertos límites.
Cuando no lo está
- Trasteros alquilados fuera del edificio
- Espacios no declarados
- Trasteros usados como almacén profesional
- Objetos de alto valor sin declarar
Aquí es donde aparecen los vacíos. Y los disgustos.
Objetos que suelen quedar fuera
Muchos propietarios se llevan una sorpresa cuando revisan la letra pequeña. Hay bienes que, por norma general, no se cubren o tienen límites muy bajos:
- Joyas
- Obras de arte
- Dinero en efectivo
- Colecciones especiales
- Equipos profesionales
Guardar estos objetos en un trastero sin declararlos es asumir un riesgo serio. No es una opinión. Es lo que ocurre después del siniestro.
Seguros específicos para trasteros: cuándo tiene sentido
Hay situaciones en las que un seguro estándar se queda corto. Es ahí donde entran las opciones de seguros para trasteros con coberturas concretas.
Suele interesar contratar uno cuando:
- El valor del contenido es alto
- El trastero está separado de la vivienda
- La comunidad ha sufrido robos previos
- Se guardan bicicletas, herramientas o material costoso
Este tipo de protección permite declarar un capital concreto y cubrir robo en trasteros, daños materiales y, en algunos casos, responsabilidad frente a terceros.
En JLA Asociados, este análisis se hace caso por caso. No se trata de vender más. Se trata de ajustar bien.

El inventario: el gran olvidado
Pocos lo hacen. Casi nadie se acuerda. Hasta que ocurre algo.
Tener un inventario del trastero marca una diferencia enorme.
No hace falta complicarse:
- Fotos claras del interior
- Lista básica de objetos
- Aproximación de valores
- Facturas si las tienes
Este simple gesto ahorra tiempo, discusiones y dolores de cabeza. También acelera cualquier gestión con el seguro.
Medidas de seguridad que reducen riesgos (y problemas)
Asegurar no significa confiarlo todo al papel. La seguridad en trasteros empieza antes.
Algunas medidas sencillas:
- Cerraduras resistentes
- Puertas metálicas en buen estado
- Iluminación en zonas comunes
- Cámaras o sensores en el garaje
- No dejar objetos visibles desde fuera
Un trastero que parece fácil invita a entrar. Uno que presenta obstáculos suele quedar fuera del objetivo.
¿Qué hacer tras un robo en el trastero?
Si ocurre, el orden importa.
- Mantén la calma
- No toques nada
- Haz fotos de daños y accesos
- Presenta denuncia
- Informa a la comunidad
- Contacta con tu seguro
Cuanto más claro esté todo desde el inicio, menos fricción habrá después.
Coste vs realidad: el error más común
“Para lo que guardo ahí no merece la pena”.
Esa frase cambia rápido cuando se hace números.
Muchas pólizas ajustadas apenas suponen unos euros al mes. Comparado con perder todo el contenido, la balanza se inclina sola.
No es exagerar. Es sentido común.

Preguntas frecuentes sobre asegurar trasteros
¿Es obligatorio asegurar un trastero?
No. Aun así, cuando contiene bienes de valor, la protección evita pérdidas importantes.
¿Cubre el seguro comunitario los robos?
Normalmente no cubre el contenido privado de cada trastero.
¿Qué pasa si el trastero está fuera del edificio?
Suele requerir una cobertura específica o declaración expresa.
¿Puedo asegurar solo el trastero?
Sí. Existen pólizas pensadas solo para ese espacio.
¿Influye no tener cerradura?
Sí. La falta de medidas mínimas puede complicar una reclamación.
Una última reflexión
Un trastero no es un espacio secundario cuando guarda parte de tu vida. Protegerlo no va de miedo. Va de previsión.
Entender las coberturas de seguros de trasteros, valorar los riesgos reales y actuar antes de que ocurra algo cambia por completo la historia.
Si tienes dudas, en JLA Asociados analizamos cada caso con calma, sin fórmulas estándar y sin letra pequeña escondida.
Porque lo que guardas ahí también importa.

